Información general--BoliviaRESEÑA
Nombre Oficial Geografía Población: Gobierno Economía Población Bolivia es uno de los países menos desarrollados de Sudamérica. Casi dos tercios de la población viven en la pobreza y muchos de ellos se dedican a la agricultura de subsistencia. La densidad demográfica oscila entre menos de un habitante por kilómetro cuadrado en las llanuras de la región sudeste a casi 10 habitantes por kilómetro cuadrado en los llanos centrales. El crecimiento demográfico anual es de alrededor del 2,74% (2004).
La Paz es la más alta de todas las capitales del mundo: 3.600 metros sobre el nivel del mar. La ciudad vecina de El Alto, situada a 4.200 metros sobre el nivel del mar, es una de las que tienen mayor crecimiento en el hemisferio. Santa Cruz, el centro comercial e industrial de los llanos orientales, tiene también un rápido crecimiento demográfico y económico.
La mayoría de los bolivianos profesan la religión católica romana (religión oficial), pero las denominaciones protestantes están en franca expansión. Muchas comunidades indígenas entrelazan símbolos precolombinos con cristianos en sus prácticas religiosas. Casi la mitad de la población habla español como primera lengua. Alrededor del 90% de los niños van a la escuela primaria, pero a menudo lo hacen por un año o menos. El porcentaje de analfabetismo es alto en muchas zonas rurales.
La evolución cultural de la actual Bolivia se divide en tres períodos bien diferenciados: precolombino, colonial y republicano. De varias culturas precolombinas importantes han quedado conocidas ruinas arqueológicas, adornos hechos en oro y plata, monumentos esculpidos en piedra, cerámicas y tejidos. Las ruinas principales son Tiwanaku, Samaipata, Incallajta e Iskanwaya. Abundan otros sitios en el país a los que es difícil llegar y que no han sido objeto de muchas exploraciones arqueológicas.
Los españoles trajeron su propia tradición de arte religioso que, gracias a la laboriosidad de los constructores y artesanos indígenas y mestizos locales, evolucionó en un suntuoso estilo de arquitectura, pintura y escultura que se distingue y se conoce con el nombre de "barroco mestizo". Además de las pinturas de Pérez de Holguín, Flores, Bitti y otros, el período colonial produjo las obras de habilidosos pero desconocidos labradores de piedra, talladores de madera y orfebres especialistas en oro y plata. En los últimos años se ha recuperado un volumen importante de música religiosa barroca nativa que se ha venido presentando con gran éxito en el ámbito internacional desde 1994.
Algunos prestigiosos artistas bolivianos del siglo XX son Guzmán de Rojas, Arturo Borda, María Luisa Pacheco y Marina Núñez del Prado, entre otros. Bolivia tiene una rica tradición folclórica. Su música popular regional es característica y variada. Las "danzas del diablo" que se bailan en el carnaval anual de Oruro constituyen uno de los grandes acontecimientos folclóricos de Sudamérica, al igual que el menos conocido carnaval de Tarabuco.
Historia y Situación Política Durante gran parte del período colonial español, se conoció a este territorio con el nombre de "Alto Perú" o "Charcas" y estaba bajo la autoridad del Virrey de Lima. El gobierno local provenía de la Audiencia de Charcas, ubicada en Chuquisaca (La Plata, Sucre en la actualidad). De las minas de plata bolivianas procedía gran parte de la riqueza del imperio español, y Potosí, sede del famoso Cerro Rico, fue durante muchos años la ciudad más grande del Hemisferio Occidental. Cuando se debilitó la autoridad real española durante las guerras napoleónicas, aumentó la oposición al régimen colonial. En 1809 se proclamó la independencia, pero le siguieron 16 años de lucha antes de que se estableciera la república el 6 de agosto de 1825 y se la nombrara en honor a Simón Bolívar.
Con la independencia no llegó la estabilidad. Durante casi 60 años, la política boliviana estuvo plagada de golpes de estado y constituciones efímeras. La debilidad de Bolivia fue evidente durante la Guerra del Pacífico (1879-83) cuando perdió su costa marítima, así como los ricos yacimientos colindantes de nitrato que quedaron en manos de Chile.
A fines del siglo XIX, el aumento del precio mundial de la plata aportó a Bolivia, en cierta medida, una relativa prosperidad y estabilidad política. Durante los primeros años del siglo XX, el estaño reemplazó a la plata como la principal fuente de riqueza del país. Una serie de gobiernos controlados por selectas minorías económicas y sociales siguieron las políticas capitalistas del liberalismo a lo largo del primer tercio del siglo.
Las condiciones de vida de la población indígena, que constituía la mayoría del pueblo boliviano, siguieron siendo deplorables. Obligados a trabajar en condiciones precarias en las minas y en condiciones casi feudales en las grandes haciendas o estancias, se les negó acceso a la educación, a oportunidades económicas o a la participación política. La derrota de Bolivia por parte de Paraguay en la Guerra del Chaco (1932-35) constituyó un momento decisivo para un cambio radical. La gran cantidad de muertes y la pérdida de grandes territorios desacreditaron a las clases gobernantes tradicionales, a la vez que el servicio militar activo produjo un despertar político entre los indígenas. Del final de la Guerra del Chaco a la revolución de 1952, el surgimiento de ideologías opuestas y las exigencias de los nuevos grupos convulsionaron la política boliviana. Revolución y Desorden Tras doce años de un gobierno tumultuoso, el MNR quedó dividido. En 1964, una junta militar derrocó al Presidente Paz Estenssoro al comienzo de su tercer mandato presidencial. En 1969, tras la muerte del Presidente René Barrientos, ex integrante de la junta militar que fuera elegido presidente en 1966, hubo una serie de gobiernos poco fuertes. Los militares, el MNR y otros, alarmados por el desorden público reinante, colocaron al Coronel (posteriormente General) Hugo Banzer Suárez en la presidencia en 1971. Banzer gobernó, con el apoyo del MNR, de 1971 a 1974. Posteriormente, mostrándose impaciente con las divisiones que había en la coalición, reemplazó a funcionarios civiles por miembros de las fuerzas armadas y suspendió las actividades políticas. La economía tuvo un crecimiento impresionante durante gran parte de la presidencia de Banzer, pero las violaciones de los derechos humanos y las eventuales crisis fiscales socavaron el apoyo que recibía. Se vio obligado a convocar elecciones en 1978 y Bolivia volvió a vivir una época de desorden político.
Los comicios realizados en 1978, 1979 y 1980 fueron poco concluyentes y estuvieron plagados por el fraude electoral. Hubo golpes de estado, contragolpes y gobiernos provisionales. En 1980, el General Luis García Meza lideró un golpe de estado cruel y violento. Su gobierno fue notorio por los abusos en materia de derechos humanos, el narcotráfico y la mala administración económica. Tras haber sido sentenciado en ausencia por los delitos cometidos, incluso crímenes, García Meza fue extraditado del Brasil y comenzó a cumplir una condena de 30 años en 1995.
Tras la rebelión militar que obligó a García Meza a retirarse en 1981, otros tres gobiernos militares lucharon, durante 14 meses, con los crecientes problemas de Bolivia. Dada la inquietud pública reinante, los militares se vieron forzados a convocar al Congreso electo en 1980 y a permitirle elegir un nuevo jefe del poder ejecutivo. En octubre de 1982, 22 años después de finalizar su primer mandato oficial (1956-60), Hernán Siles Suazo asumió la presidencia del país. Las intensas tensiones sociales, agravadas por la mala administración económica y una jefatura débil, le obligaron a convocar elecciones antes de tiempo y a ceder el poder un año antes de finalizar su mandato constitucional.
Retorno a la Democracia En 4 años, el gobierno de Paz Estenssoro logró la estabilidad socioeconómica. Los militares se mantuvieron alejados de la política y todos los partidos políticos principales se comprometieron, tanto pública como institucionalmente, a la democracia. Las violaciones de los derechos humanos, que tanto empañaron algunos gobiernos anteriores de la década, no constituyeron ningún problema. Sin embargo, los extraordinarios logros alcanzados por Paz Estenssoro no se obtuvieron sin sacrificios. La contracción de los precios del estaño en octubre de 1985, justo cuando el gobierno estaba a punto de reafirmar su control de las empresas mineras estatales objeto de una mala administración, obligó al gobierno a dejar cesantes a más de 20.000 mineros. La exitosa "shockterapia" de choque que restituyó el sistema financiero boliviano produjo también malestar público y un desplazamiento social temporal.
Si bien la lista del MNR encabezada por Gonzalo Sánchez de Lozada finalizó en primer lugar en las elecciones de 1989 (23%), ningún candidato recibió la mayoría del voto popular y, por ende, de acuerdo con la constitución, la votación parlamentaria decidió quién sería presidente. Ganó la coalición del Acuerdo Patriótico (AP) formada por el ADN del General Banzer y el MIR de Jaime Paz Zamora, partidos que habían obtenido el segundo y el tercer lugar en las elecciones (con 22,7% y 19,6%, respectivamente). Paz Zamora asumió la presidencia y al MIR le correspondió la mitad de los ministerios.
Paz Zamora fue un presidente moderado de centro-izquierda cuyo pragmatismo político en el cargo tuvo más importancia que sus orígenes marxistas. Paz Zamora siguió adelante con las reformas económicas neoliberales que iniciara Paz Estenssoro. Paz Zamora fue bastante intransigente en su actitud contra el terrorismo interno y ordenó personalmente el ataque a los terroristas de la Comisión Néstor Paz Zamora (CNPZ) en diciembre de 1990 y autorizó la ofensiva contra el Ejército Guerrillero Tupac Katari (EGTK) a principios de 1992.
Las elecciones de 1993 continuaron con la tradición de comicios abiertos y transparentes y la pacífica transición democrática del poder. El MNR venció a la coalición del ADN/MIR y se eligió presidente a Gonzalo "Goni" Sánchez de Lozada gracias a la coalición formada en el Congreso.
Sánchez de Lozada procuró seguir una dinámica agenda económica y de reforma social. Confió ampliamente en exitosos empresarios convertidos en políticos, como era su caso. El cambio más sorprendente que emprendió el gobierno de Sánchez de Lozada fue el programa de "capitalización", en virtud del cual los inversionistas, normalmente extranjeros, adquirieron una participación del 50% y el control administrativo de las empresas públicas, como por ejemplo la empresa petrolera estatal, el sistema de telecomunicaciones, las aerolíneas, los ferrocarriles y los servicios de energía eléctrica, a cambio de las inversiones de capital convenidas. Varios segmentos de la sociedad se opusieron a las reformas y a la reestructuración económica e instigaron protestas masivas frecuentes que a veces fueron violentas entre los años de 1994 y 1996.
En las elecciones de 1997, el General Hugo Banzer, dirigente del partido ADN, obtuvo el 22% de los votos, mientras que el candidato del MNR ganó el 18%. El gobierno de Banzer prosiguió básicamente con las políticas de libre mercado y privatización de su predecesor y el robusto crecimiento económico de mediados de 1990 continuó hasta el tercer año de su mandato presidencial. Posteriormente, factores de índole regional, mundial y nacional contribuyeron a la disminución del crecimiento económico. La creación de puestos de trabajo siguió siendo limitada durante todo el período y se observó una notable corrupción en el sector público. Ambos factores se combinaron para aumentar las protestas sociales durante la segunda mitad del mandato de Banzer.
Al principio de su gobierno, el Presidente Banzer aplicó la política de usar unidades policiales especiales para erradicar físicamente los cultivos ilegales de coca en la región del Chapare. La política produjo una disminución rápida y considerable de 4 años en las plantaciones ilegales de coca en Bolivia, al punto que el país se convirtió en un proveedor relativamente pequeño de coca para cocaína. En el 2001, Banzer renunció al cargo tras haber sido diagnosticado con cáncer. Murió menos de un año más tarde. Jorge Quiroga, el vicepresidente de Banzer que se había educado en EE.UU.
Administración Actual La recesión económica imperante durante 4 años, la difícil situación fiscal y las inveteradas tensiones étnicas generaron, en febrero del 2003, una sublevación policial que casi derrocó el gobierno del Presidente Sánchez de Lozada; después de varios días de tumultos quedó un saldo de más de 30 muertos. El gobierno siguió en el poder pero continuó su poca popularidad.
En octubre comenzaron las protestas generalizadas que demostraron la profunda insatisfacción del pueblo con el gobierno. Alrededor de 80 personas murieron durante las manifestaciones que provocaron la renuncia de Sánchez de Lozada a la presidencia el 17 de octubre. Mediante la transferencia constitucional del poder, el Vicepresidente Carlos Mesa asumió la presidencia y prometió someter a votación un referendo sobre la exportación del gas natural boliviano. Carlos Mesa goza de popularidad entre el público boliviano, pero afronta las mismas dificultades que el gobierno anterior: divisiones sociales, oposición antidemocrática y radical y un considerable déficit fiscal.
Gobierno Los nueve departamentos de Bolivia recibieron mayor autonomía en virtud de la ley de Descentralización Administrativa de 1995, aun cuando los funcionarios departamentales principales son designados todavía por el gobierno central. Las ciudades y los municipios bolivianos son gobernados por alcaldes y concejos que se eligen en forma directa. Se llevarón a cabo elecciones municipales en diciembre de 2004 y se elegierón concejos por mandatos de 5 años de duración. La ley de Participación Popular de abril de 1994, que distribuye una parte considerable de la renta nacional a las municipalidades para su uso discrecional, ha permitido que aquellas comunidades que habían estado desatendidas puedan efectuar mejoras notables en sus establecimientos y servicios.
Altos cargos públicos: La Embajada de Bolivia en EE.UU. tiene su sede en 3014 Massachusetts Ave., NW, Washington, DC 20008 (tel. 202-483-4410); hay consulados bolivianos en Los Angeles, San Francisco, Miami, Nueva Orleans y Nueva York, así como consulados honorarios en Atlanta, Chicago, Cincinnati, Houston, Mobile, Seattle, St. Louis y San Juan.
Economía Desde 1985, el gobierno de Bolivia ha instaurado un programa de estabilización macroeconómica y reforma estructural de gran envergadura destinado a mantener la estabilidad de los precios, crear las condiciones necesarias para un crecimiento sostenido y mitigar la pobreza. Los cambios estructurales más importantes que se hayan realizado en la economía boliviana comprenden la capitalización de numerosas empresas del sector público. (En el contexto boliviano, por capitalización se entiende una forma de privatización en la que los inversionistas adquieren una participación del 50% y control administrativo de las empresas públicas, comprometiéndose a invertir directamente en la empresa en el curso de varios años en vez de pagar al contado al gobierno). Las reformas legislativas paralelas han consolidado las políticas con orientación de mercado. Los inversionistas extranjeros son tratados como inversionistas nacionales y la titularidad extranjera de las empresas goza de una situación prácticamente libre de restricciones en Bolivia.
En 1996, se capitalizaron tres unidades de la empresa petrolera estatal boliviana (YPFB) que se dedicaban a la exploración, producción y transporte de hidrocarburos, lo que facilitó la construcción de un gasoducto al Brasil. Bolivia tiene reservas de gas natural que son las segundas más grandes de Sudamérica y su actual uso interno más las exportaciones al Brasil representan tan sólo una pequeña porción de su producción potencial.
En abril de 2000, hubo disturbios masivos en todo el país como consecuencia de las protestas violentas provocadas por los planes de privatizar el sistema de agua. El gobierno terminó cancelando el contrato sin indemnización alguna para los inversionistas y la empresa volvió a ser pública. Los inversionistas extranjeros involucrados en este proyecto siguen procurando resolver su situación mediante una causa contra Bolivia por su actuación en la disputa de las inversiones.
Las exportaciones bolivianas ascendieron a US$1.300 millones en 2002, en comparación con la cifra registrada en 1991 que fue de US$652 millones. Las importaciones ascendieron a US$1.700 millones en 2002. Los aranceles aduaneros bolivianos son bajos, 10% en general, y se cobra solamente un 5% por los bienes de capital. El déficit comercial de Bolivia ascendió a US$460 millones en 2002. El intercambio comercial de Bolivia con sus países vecinos está en franco aumento, lo que se debe, en parte, a la negociación de varios acuerdos regionales de comercio preferencial. Bolivia es integrante de la Comunidad Andina y goza de las prerrogativas de libre comercio con los demás países miembros (Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela). La Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de la Droga (ATPDEA según sus siglas en inglés) permite el ingreso libre de impuestos de numerosos productos bolivianos en Estados Unidos, en forma unilateral, incluidos los productos de alpaca y llama y, con sujeción al cumplimiento de una cuota, los tejidos de algodón. En 2003, los Estados Unidos exportaron a Bolivia mercancías por valor de US$307 millones e importaron el equivalente a US$235 millones. Las principales exportaciones de Bolivia a los Estados Unidos son estaño, oro, orfebrería y productos de madera. Sus principales importaciones de los Estados Unidos son computadoras, vehículos, trigo y maquinarias. El Tratado Bilateral de Inversiones entre los Estados Unidos y Bolivia entró en vigencia en el año 2001. La agricultura representa casi el 15% del PIB de Bolivia. La cantidad de tierras cultivadas con técnicas agrícolas modernas está en franco aumento en la zona de Santa Cruz, donde el clima permite que haya dos cultivos por año. El principal cultivo comercial es la soya y se vende en el mercado de la Comunidad Andina. La extracción de minerales e hidrocarburos representa otro 10% del PIB y el sector manufacturero menos del 17%. El gobierno de Bolivia continúa dependiendo mucho de la asistencia extranjera para financiar los proyectos de desarrollo. A fines de 2002, el gobierno debía US$4.500 millones a sus acreedores extranjeros, de los cuales US$1.600 millones se debían a otros gobiernos y gran parte del saldo correspondía a los préstamos otorgados por bancos multilaterales de desarrollo. Casi todos los pagos a otros gobiernos han sido objeto de renegociaciones en varias ocasiones, realizadas mediante el mecanismo del Club de París. Gracias a la renegociación de los compromisos acordados por el Club de París, los distintos países acreedores han podido otorgar condiciones muy favorables a la amortización de la deuda renegociada. Como consecuencia, algunos países han condonado sumas importantes de la deuda bilateral de Bolivia. El gobierno de los EE.UU. celebró un acuerdo en la reunión del Club de París celebrada en diciembre de 1995 que redujo los instrumentos de deuda de Bolivia en un 67%. El gobierno boliviano prosigue pagando en forma oportuna sus deudas a los bancos multilaterales de desarrollo Bolivia es beneficiaria de los programas de asistencia para alivio de la deuda en virtud de la Iniciativa para los países pobres muy endeudados (PPME) y la Iniciativa reforzada para los PPME, que por acuerdo mutuo restringe el acceso de Bolivia a nuevos préstamos con condiciones favorables. Relaciones Exteriores La política exterior de Bolivia tiene un gran componente económico. Bolivia ha venido teniendo una participación más activa en la Organización de los Estados Americanos (OEA), el Grupo de Río y el MERCOSUR, habiendo firmado con éste un acuerdo de asociación en 1996. Bolivia promueve sus políticas de desarrollo sostenible y en pro de la habilitación del pueblo indígena.
Bolivia es país miembro de las Naciones Unidas y de algunos de sus organismos especializados y programas afines, así como de la OEA, la Comunidad Andina, INTELSAT, el Movimiento de Países No Alineados, la Unión Parlamentaria Internacional, la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), la Organización Mundial del Comercio, el Tratado de Río, el Grupo de Río, el Pacto Amazónico y el MERCOSUR. Como resultado de la Cumbre de las Américas realizada en 1994, Bolivia fue sede de una conferencia cumbre hemisférica para el desarrollo sostenible en diciembre de 1996.
Relaciones entre los Estados Unidos y Bolivia El control del tráfico ilegal de narcóticos es la principal dificultad que aqueja a las relaciones bilaterales. Durante siglos, en Bolivia, se ha venido mascando y usando las hojas de coca para los ritos tradicionales, pero en los años 1970 y 1980 el surgimiento del comercio de drogas provocó una rápida expansión de los cultivos de coca que se usan para producir cocaína, especialmente en la región tropical del Chapare en el Departamento de Cochabamba (que tradicionalmente no había sido una zona de plantaciones de coca). En 1988, se promulgó una ley que reconoció que la coca que se cultivaba en el Chapare no era necesaria para satisfacer la demanda tradicional de hojas para mascar o hacer infusiones, y exigió la erradicación gradual de toda la coca excedentaria. Para lograr ese objetivo, los posteriores gobiernos bolivianos instituyeron programas que ofrecían indemnizaciones en efectivo a los cultivadores de coca que llevaban a cabo una erradicación voluntaria y el gobierno comenzó a desarrollar y promover cultivos alternativos y adecuados para los campesinos. A partir de 1997, el gobierno lanzó una política más eficaz para erradicar físicamente las plantaciones ilegales de coca y la producción ilegal de coca disminuyó en Bolivia durante los 4 años siguientes en un 90%. No obstante, la erradicación "forzada" sigue siendo un tema controvertido y los sindicatos bien organizados de cultivadores de coca han bloqueado carreteras, acosado a los policías encargados de la erradicación y, en algunas ocasiones, han usado la violencia mortal para protestar contra dicha política. Las fuerzas del orden del gobierno han recurrido a la fuerza mortal en varias ocasiones para responder a las protestas, lo que ha despertado inquietudes en la esfera de los derechos humanos. Los Estados Unidos prestan gran apoyo también a las actividades paralelas tendientes a destruir el contrabando de hojas de coca, cocaína y productos químicos precursores. El gobierno estadounidense ha financiado, en gran medida, el programa de desarrollo alternativo y las actividades de la policía.
En 1996, los Estados Unidos y Bolivia ratificaron un tratado de extradición más eficaz que posibilitó el enjuiciamiento de los narcotraficantes y otros delincuentes por parte de ambos países. El Presidente Mesa ha acordado continuar con los programas de lucha contra el narcotráfico.
Funciones de la Embajada de los Estados Unidos La sección consular de la embajada presta servicios fundamentales a los ciudadanos estadounidenses, entre 17.000 y 20.000, que residen en Bolivia.Entre otros servicios, la sección consular atiende a los estadounidenses que deseen participar en las elecciones de los EE.UU. mientras se encuentran en el exterior, y proporciona información fiscal sobre los EE.UU.Alrededor de 40.000 ciudadanos estadounidenses visitan anualmente el país.La sección consular ofrece servicios de pasaportes y atención de emergencias a los turistas durante su estancia en Bolivia.
Altos cargos de la Embajada de los Estados Unidos La Embajada de los Estados Unidos está ubicada en Avenida Arce 2780, La Paz (tel. 591-2-2430251). Hay agentes consulares en las ciudades de Santa Cruz (tel. 591-3 -3-330725) y Cochabamba (tel. 591-4 4256714).
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