Sello del Departamento de Justicia

Comentarios preparados para el Discurso del Secretario de Justicia de los Estados Unidos Michael B. Mukasey en la Cena de Reconocimiento de la Campaña Nacional para Acabar con la Violencia Haga lo Correcto

Washington, D.C.
Martes, 22 de julio de 2008 - 7:15 P.M. EDT

Buenas noches.  Gracias por la presentación, John, y gracias a todos por invitarme a acompañarlos en esta cena.

 

Aquellos de ustedes que han visto los Oscars saben que la música empieza a tocar si un orador habla por demasiado tiempo.  Al mirar el programa, noté que la banda de marchas de la Escuela Secundaria Ballou se presentará pronto.  No sé si la intención de esto fue una advertencia, pero, por si la banda decide tratarme como un ganador del Oscar que está hablando demasiado, seré breve.

 

Puedo ser breve, porque mi mensaje a todos ustedes esta noche es simple: felicitaciones por sus logros, y gracias por su compromiso de reducir la violencia en nuestras comunidades.

 

Una de nuestras principales prioridades en el Departamento de Justicia es la lucha contra los delitos violentos, y entendemos que nuestra labor debe incluir un fuerte elemento de prevención, además de hacer valer las leyes de nuestra nación.

 

Quienes trabajamos en las fuerzas del orden público, ya sea en el ámbito federal, estatal o local, no podemos hacernos cargo de esta lucha solos.  Necesitamos toda la ayuda que podamos obtener, y es por eso que apoyamos a programas innovadores como la Campaña Nacional para Acabar con la Violencia y el Desafío Haga lo Correcto.  Y es el motivo por el cual estoy orgulloso de homenajear a los estudiantes aquí esta noche, porque su participación y su compromiso de reducir la violencia son indispensables para el éxito.

 

Nuestra sociedad ofrece muchas oportunidades a nuestros jóvenes, pero también muchas tentaciones y peligros.  Para demasiados ciudadanos de nuestro país, la violencia y el daño que provoca a nuestras comunidades son hechos dolorosos de la vida diaria.  Demasiados vecindarios han sido testigos del fin de demasiadas vidas jóvenes.  Se desperdicia demasiado potencial en las prisiones.

 

Sin embargo, no estamos indefensos en nuestra lucha contra la violencia.   Tenemos la fuerza de familias y escuelas, iglesias y grupos comunitarios, gobiernos y organizaciones sin fines de lucro.  Programas como este reconocen que reducir la violencia en nuestra sociedad requiere que logremos la participación de todos en la lucha.

 

Me crié en el Bronx, y he visto algunos de los desafíos que los jóvenes pueden enfrentar.  Y, a través de mis experiencias anteriores, trabajando como fiscal federal y juez federal, y a través de mi trabajo ahora como Secretario de Justicia de los Estados Unidos, he visto a personas que hicieron elecciones equivocadas, y el daño que causaron a sus comunidades y a sus seres queridos.

 

Pero también veo muchos motivos para tener esperanza, y me alienta la profundidad del compromiso y de los aportes realizados por tantas personas a iniciativas como el Desafío Haga lo Correcto.  Y me alientan los jóvenes que han participado en este programa—los 120,000 alumnos de todo el país y, especialmente, los finalistas que nos acompañan esta noche.  Deseo felicitarlos a todos nuevamente por su éxito y por la fuerza que han demostrado al participar en esta causa.

 

Siempre que un joven tome un bolígrafo en lugar de un arma, arroje una pelota de baloncesto en lugar de una trompada, grite un saludo en lugar de un insulto, logramos progresar.  Mi trabajo, y el trabajo de todos mis colegas en las fuerzas del orden público, se hacen más fáciles y los vecindarios de los Estados Unidos se vuelven mejores lugares para vivir con cada persona que elige ser parte de la solución, en lugar de parte del problema de la violencia.

 

Por lo tanto, como he mencionado anteriormente, deseo agradecerles por la gran labor que han realizado.  A los estudiantes presentes hoy, espero que esta cena y los eventos de la Semana Nacional de Reconocimiento le den algún indicio de lo orgullosos que estamos de lo que han logrado, y de cuánta esperanza tenemos en ustedes en el futuro.  De hecho, ustedes son nuestro futuro.

 

A los padres, profesores, líderes comunitarios que han apoyado a los estudiantes finalistas, también les agradezco por su trabajo arduo.  Las inversiones que ustedes han realizado en los jóvenes aquí esta noche—inversiones de su tiempo, su energía y su entusiasmo—han rendido frutos, y seguirán rindiendo grandes dividendos en el futuro lejano.

 

Nuevamente, gracias a todos por invitarme a ser parte de esta celebración.  Espero que disfruten del tiempo que pasen aquí, así como del entretenimiento de esta noche.  Muchas gracias.

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