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Violencia en las escuelas: consejos para manejar el estrés

Foto: dos jóvenes se brindan apoyo mutuo

Los tiroteos en las escuelas son incidentes trágicos y aleccionadores que causan mucha preocupación en torno a la seguridad de los niños.

PodcastEscuche / Vea el podcast (en inglés): "Cómo manejar el estrés traumático" (2:16 min)


A pesar de estos incidentes, las escuelas siguen siendo lugares muy seguros para los niños. De hecho, la gran mayoría de los homicidios de niños y adolescentes ocurren fuera de las horas de clase y de las instalaciones escolares. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han reunido una serie de recursos sobre la prevención de la violencia para ayudar a padres, estudiantes y personal escolar a sobrellevar el período posterior a un incidente traumático.

Las reacciones a las tragedias son diferentes

Las tragedias, entre ellas los tiroteos en las escuelas, afectan a las personas de diferentes maneras. Entender los efectos que puede tener en usted un incidente traumático puede serle útil en su proceso para regresar a la normalidad y re-establecer sus relaciones personales. Tenga en cuenta que regresar a su rutina normal puede tomar cierto tiempo.

Es posible que haya sido testigo de la pérdida de una vida, que haya experimentado sensaciones de tristeza, dolor y sufrimiento o que haya vivido la separación de familiares, amigos y compañeros de trabajo o perdido la comunicación con ellos. En un momento dado, puede que haya sentido que peligraba su propia salud y seguridad o la salud y seguridad de un ser querido.

Es normal que las personas que experimenten una tragedia:

• Experimenten sensaciones de pérdida, tristeza, frustración o impotencia, o sientan incapacidad para reaccionar emocionalmente

• Tengan recuerdos pertubadores de ese día

• Sufran pesadillas o tengan dificultad para conciliar el sueño o dormir bien

• No tengan ganas de comer o sufran pérdida del apetito

• Tengan dificultad para concentrarse

• Se sientan preocupadas o nerviosas

Ciertas personas pueden notar cambios positivos como resultado de esta situación, por ejemplo, un mayor aprecio por la vida y por el valor de las relaciones personales.

Hable de sus experiencias y busque apoyo en sus familiares, amigos y compañeros de trabajo. Otros lugares donde también puede buscar son las organizaciones religiosas o voluntarias, como el capítulo local de la Cruz Roja Americana.

Mantener una rutina normal es un factor importante que le ayudará a cuidarse a sí mismo. Evite consumir alcohol y drogas pues pueden reprimir los sentimientos en lugar de ayudarle a expresarlos. Ayudar a otras personas o servir de voluntario en la comunidad también puede ayudarle a sentirse mejor. Recuerde que volver a sentirse como se sentía antes del incidente puede tomar cierto tiempo.

Consejos para los padres

Es natural que los niños y los adolescentes, sin importar el tipo de escuela a la que asistan, se preocupen de la posibilidad de que este tipo de incidentes pueda afectarlos algún día. Hablar con los niños sobre estas tragedias y sobre lo que ven o escuchan de ellas puede ayudar a colocar esta preocupante información en un contexto más racional. Los CDC ofrecen a los padres las siguientes sugerencias para ayudar a sus hijos a resolver sus propias inquietudes:

1. Acérquese y hable. Genere oportunidades para que su hijo hable, pero no lo obligue. Trate de hacer preguntas como ¿qué piensas de estos incidentes? o ¿por qué crees que pasan estas cosas? para tratar de iniciar una conversación. Después de un incidente de violencia escolar, es importante que los niños sientan que pueden compartir sus sentimientos y sepan que sus temores y ansiedades son comprensibles.

2. Observe y escuche. Esté alerta ante cualquier cambio de conducta en los niños. ¿Los niños están durmiendo más o menos? o ¿se han alejado de sus amigos o de la familia? ¿Se están comportando de una manera fuera de lo normal? Esto puede revelar que están teniendo dificultades para asimilar el incidente. Reconocer los cambios, aún los más pequeños, puede advertirle en forma temprana que algo está afectando al niño.

3. Comparta información con otros padres. Conozca a los amigos de su hijo y a sus padres. Haga un esfuerzo constante para estar en contacto con otros padres y hablar con ellos sobre algún problema o algo que pueda estar causando estrés. Usted no tiene porque sobrellevar los problemas por sí solo. La colaboración conjunta de los padres, las escuelas y los profesionales de la salud es la manera más eficaz de vigilar y apoyar a su hijo y de velar por su salud y bienestar.

4. Sea constante. Pregúntele a su hijo cómo se siente con respecto al incidente después de una semana de ocurrido, un mes y así sucesivamente. Cada niño tiene su propia forma de asimilar situaciones estresantes y lo más aconsejable es que usted como padre lo escuche y le permita expresar sus miedos y preocupaciones.

Consejos para estudiantes

En los últimos días, los medios de comunicación han centrado su atención en los tiroteos en las escuelas. Aunque usted no se haya visto afectado directamente por un hecho de violencia, es normal que le preocupe su seguridad e intente explicarse esta situación. Los CDC ofrecen los siguientes consejos para ayudar a los niños y adolescentes a sobrellevar un suceso traumático.

1. Habla con un adulto en quien confíes. Puede ser uno de tus padres, otro familiar, un amigo, un vecino, un profesor, un entrenador, una enfermera o un consejero escolar, un miembro de la iglesia o el médico de familia. Si te ha tocado ver o experimentar algún tipo de violencia, puedes tener problemas si no exteriorizas los sentimientos que se van acumulando. Si no sabes bien con quién hablar, llama al centro de ayuda para crisis de tu comunidad o a una línea de atención nacional.

2. Mantente activo. Sal a caminar, haz trabajo voluntario con un grupo de la comunidad, practica un deporte, escribe una obra de teatro o un poema, toca un instrumento musical o inscríbete en un club o un programa extraescolar. Cualquiera de estas actividades puede ayudar a canalizar tus emociones.

3. Toma la iniciativa para contribuir a que tu escuela o tu comunidad sean más seguras. Únete a algún grupo que esté promoviendo la no-violencia en tu escuela o comunidad o promueve tu propia iniciativa. La organización Safeyouth.org (www.safeyouth.org) puede vincularte con organizaciones nacionales o proporcionarte información y recursos para emprender acciones en tu comunidad.

4. Mantén el contacto con tu familia. Si es posible, mantén la comunicación con los familiares en quienes confías, amigos y vecinos, para que les cuentes tus cosas a fin de sobrellevar el estrés y la preocupación.


Consejos para el personal escolar

En colaboración con el Departamento de Educación, los CDC están reuniendo información sobre las muertes por violencia en las escuelas (school-associated violent deaths, en inglés) para identificar tendencias que puedan ayudar a las escuelas a diseñar medidas preventivas para promover y proteger la salud, la seguridad y el desarrollo de todos los estudiantes. Estas medidas preventivas incluyen:

1. Alentar esfuerzos para reducir la aglomeración, aumentar la supervisión e instituir planes o políticas para el manejo de disputas durante periodos de transición, a fin de reducir la posibilidad de conflictos y lesiones.

2. Tomar las amenazas en serio: los estudiantes deben saber a quién recurrir en la escuela cuando se enteren de una situación amenazante; por otra parte, debe alentarse a los padres, maestros y mentores a participar activamente para ayudar a los niños y adolescentes que estén atravesando momentos difíciles.

3. Tomar en serio a un niño que hable del suicidio: es importante atender los factores de riesgo que predisponen a una conducta suicida cuando se intenta prevenir la violencia contra uno mismo y contra los demás.

4. Promover programas preventivos diseñados para ayudar a maestros y demás personal escolar a que reconozcan incidentes de acoso entre estudiantes y reaccionen ante ellos.

5. Asegurar al comienzo de cada semestre que la escuela cumpla con los planes de seguridad y que su personal esté capacitado y preparado para poner en acción estos planes.

Cada persona reacciona de manera diferente al estrés provocado por las situaciones traumáticas. Algunas personas pueden experimentar el estrés inmediatamente, mientras que a otras les sobreviene más tarde. Tal vez usted no reconozca que estas reacciones son una respuesta a su experiencia reciente. Puede ser útil buscar apoyo y hablar con algunas personas. Las posibles fuentes de apoyo pueden incluir la familia, los amigos, los compañeros de trabajo, las organizaciones religiosas o de voluntariado, así como organizaciones gubernamentales locales y estatales. Si usted está inquieto por estas experiencias, hablar con un consejero profesional puede ayudarle. Póngase en contacto con la asociación de consejería de la escuela o del estado (State and Provincial Psychological Associations, en inglés).

Si quiere saber más sobre cómo estas experiencias pueden afectarle a usted y afectar a sus seres queridos, las siguientes organizaciones podrán ayudarle.

 

Más información y recursos (en inglés)



Esta página fue revisada el 20 de febrero de 2008
Esta página fue actualizada el 15 de febrero de 2008

Versión en español aprobada por CDC Multilingual Services - Order #5101
Fuente del contenido: Centro Nacional para la Prevención y el Control de Lesiones
El contenido es propiedad de: Centro Nacional de Marketing en Salud
El URL de esta página es: www.cdc.gov/spanish/especialesCDC/embarazo_fumar/index.htm


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