Washington – Estados Unidos propone
nuevas medidas para acelerar la transición hacia
la democracia en Cuba, como parte de los esfuerzos estadounidenses
de apoyo al cambio democrático en todo el mundo.
El presidente Bush anunció el 24
de octubre las nuevas medidas para ayudar al pueblo cubano
a unirse al movimiento mundial para apartarse del totalitarismo
En un discurso que pronunció en el
Departamento de Estado Bush afirmó que está
llegando “el día en que el pueblo cubano determine
su propio camino hacia una vida mejor. Y que está
llegando el día en que el pueblo cubano tenga la
libertad que desde hace tanto tiempo espera”.
Las medidas para Cuba se combinan con el
renovado llamado de la administración a la comunidad
internacional en apoyo del movimiento democrático
que está creciendo en toda la nación caribeña.
Ese movimiento incluye el aumento de manifestaciones pacíficas
contra el régimen cubano y la unidad de los principales
disidentes cubanos que a principios de 2007 emitieron una
declaración a favor del cambio democrático.
La comunidad internacional, aseveró
la administración, debe estar preparada para ese
“momento de cambio” en Cuba.
Bush aseveró que Estados Unidos está
listo “ahora mismo” para ayudar directamente
al pueblo cubano, pero “únicamente si el régimen
cubano, la clase gobernante, se quita del medio”.
MEDIDAS A FAVOR DE CUBA
Las medidas a favor de Cuba incluyen la
autorización a organismos no gubernamentales y otros
“grupos de base religiosa” para proveer computadoras
y a acceso a Internet a los estudiantes cubanos .
Estados Unidos también invitará
a los jóvenes cubanos a sumarse a un programa de
becas llamado Asociación para la Juventud de América
Latina. Bush anunció la iniciativa en marzo, durante
su visita a cinco países de América Latina.
El programa incluye entrenamiento en el
idioma inglés, y les da a miles de jóvenes
la posibilidad de estudiar en Estados Unidos. Bush urgió
al régimen cubano a que permita que los jóvenes
de Cuba participen libremente en el programa. (Ver hoja
informativa)
Además, la administración
pide al Congreso de Estados Unidos que apruebe 45 millones
de dólares para financiar la ayuda a la democracia
en Cuba.
La secretaria de Estado Condoleezza Rice
y el secretario de Comercio Carlos Gutiérrez encabezan
el establecimiento de un Fondo para la Libertad de Cuba,
con apoyo respaldo de Estados Unidos y valor de miles de
millones de dólares para ayudar a la juventud cubana
a reconstruir su economía y hacer la transición
a la democracia.(Ver artículo
correspondiente)
Rice y Gutiérrez copresiden la Comisión
de Ayuda para una Cuba Libre. La comisión a nivel
ministerial fue creada en 2003 para acelear la transición
democrática en Cuba.
La administración Bush considera
que las iniciativas de Estados Unidos para Cuba pueden lograrse
si se permite al pueblo cubano forjar su propio destino
aparte de la dictadura de Fidel Castro y de su hermano menor
Raúl, que rigen en la isla desde 1959. Antes de someterse
a una operación intestinal en julio de 2006 Fidel
Castro entregó el poder en Cuba a su hermano.
La administración subraya que quiere
un cambio pacífico en Cuba, no una rebelión
armada.
Si bien Estados Unidos sigue insistiendo
en el cambio democrático en Cuba, seguirá
manteniendo el embargo económico estadounidense contra
la nación caribeña, iniciado en 1961 para
negarle recursos a la dictadura cubana. La política
de Estados Unidos hacia Cuba se basa en la premisa de dar
ayuda y apoyo directamente al pueblo cubano.(Ver artículo
relacionado)
La administración dice que con la
transición a la democracia y la libertad en Cuba,
esa nación podrá ser parte de los éxitos
políticos y económicos en América Latina.
El régimen de Cuba le niega a su ciudadanía
la libertad de expresión y de prensa y entorpece
otros derechos fundamentales como el cambio de empleo o
de dirección sin la previa aprobación del
Estado.
La opresión también somete
a los cubanos a los programas de vigilancia vecinal, de
los que Bush dijo en su discurso, no son para buscar criminales,
sino para supervisar los movimientos de sus ciudadanos.
El sentido de comunidad y la confianza básica entre
seres humanos se ha perdido en Cuba, dijo Bush.
Los grupos mundiales defensores de la prensa
han condenado a Cuba por apresar a más periodistas
que ningún otro país del mundo, con excepción
de China. Reporteros Sin Fronteras, con sede en Paris, ha
puesto a Cuba en su lista de 15 países considerados
“enemigos” de Internet. El grupo dijo que en
Cuba es un “privilegio raro” entrar en la línea
electrónica, y requiere un permiso especial del Partido
Comunista gobernante. Cuando un usuario logra una conexión,
solamente es a una versión muy censurada de Internet.
(Ver artículo
relacionado)
Bush aseveró hoy que el paraíso socialista
de Cuba es un gulag tropical. Aunque también agregó
que incluso las pesadillas más crueles de la historia
no pueden durar para siempre. Un pueblo impaciente, desde
hace tiempo ansioso por unirse al mundo por fin tiene esperanza
y establecerán en Cuba una verdadera revolución
de libertad, democracia y justicia.
La transcripción, en
inglés, del discurso del presidente Bush está
disponible en este sitio, junto a una hoja informativa.
Más información sobre la Comisión
de Ayuda a una Cuba Libre en el sitio electronico de
la entidad.
Para más información sobre
la política exterior de Estados Unidos ver Cuba.
Eric Green
Redactor del Servicio Noticioso desde Washington
A continuación, la traducción
del discurso del presidente Bush:
DECLARACIONES DEL PRESIDENTE SOBRE POLÍTICA
CUBANA
Departamento de Estado de Estados Unidos
Washington, D.C.
24 de octubre de 2007
1:20 P.M. EDT
EL PRESIDENTE: Muchísimas gracias.
Gracias. Buenos días. Me complace estar nuevamente
en el Departamento de Estado. Les agradezco por la labor
que realizan aquí. Todos los días, los hombres
y mujeres de este departamento son los emisarios de Estados
Unidos en el mundo. Todos los días, ayudan al país
a responder a agresores y llevar paz a países en
dificultades. Todos los días promueven la misión
de nuestro país en apoyo a los derechos humanos básicos
para los millones a los que se les niegan. La secretaria
Rice me informa constantemente sobre la buena labor que
se realiza aquí en el Departamento de Estado, y en
nombre de una nación agradecida, les doy las gracias
por su arduo trabajo y me complace estar con ustedes.
Pocos temas han sido un desafío para
este departamento- y nuestra nación- durante más
tiempo que la situación en Cuba. Ha transcurrido
casi medio siglo desde que el régimen de Cuba ordenó
que los diplomáticos estadounidenses evacuaran nuestra
embajada en La Habana. Ésa fue la ruptura decisiva
de nuestras relaciones diplomáticas con la isla,
una señal preocupante sobre el futuro del pueblo
cubano y el inicio de una era nefasta entre nuestros dos
países. En este edificio, el Presidente John F. Kennedy
habló sobre el embargo económico de Estados
Unidos contra la dictadura de Cuba. Y fue aquí que
anunció el fin de la crisis de misiles que casi hizo
que el mundo se precipitara a una guerra nuclear.
Hoy, otro presidente viene, con esperanza,
para tratar una nueva era para Estados Unidos y Cuba. Se
avecina el día en que el pueblo cubano trazará
su propio curso para una vida mejor. Se avecina el día
en que el pueblo cubano tendrá la libertad que aguarda
desde hace tanto tiempo. (Aplausos.)
Señora secretaria, gracias por su
presentación. Me complace estar con usted y el embajador
Negroponte y todos los que trabajan aquí. Gracias
por la hospitalidad. Me complace estar aquí con nuestro
secretario de Comercio, el secretario Carlos Gutiérrez.
nacido en Cuba. Les agradezco a los demás miembros
de mi gobierno que están aquí.
Deseo agradecerles en particular a los miembros
del Congreso que nos acompañan: el senador Mel Martínez,
nacido en Cuba; la congresista Ileana Ros-Lehtinen, nacida
en Cuba; Lincoln Díaz-Balart, nacido en Cuba; su
hermanito. (risas). Mario Díaz-Balart. Quiero darles
las gracias a Chris Smith, congresista de Jersey, por acompañarnos;
Thaddeus McCotter, Michigan; Debbie Wasserman Schultz, de
Florida, como también a Tim Mahone de Florida. Les
agradezco su presencia.
Les agradezco a los miembros del cuerpo
diplomático que nos acompañan. Les agradezco
a los embajadores de la Organización de Estados Americanos
que están con nosotros. Les quiero agradecer en particular
a las familias cubanas que me acompañan en el estrado.
Una de las grandes historias de éxito
del siglo pasado es el avance de la libertad económica
y política en toda América Latina. En esta
sala están presentes funcionarios representantes
de países que acogen con los brazos abiertos las
bondades de un gobierno democrático y la libre empresa.
Y Estados Unidos se enorgullece y trabaja activamente con
ustedes en su transformación.
Un país en nuestra región
aún aísla a su pueblo de la esperanza que
conlleva la libertad y lo mantiene cautivo en un sistema
que le ha fallado. Hace cuarenta y ocho años, al
inicio de la revolución cubana, sus líderes
hicieron una predicción. Dijo -y cito- "Los
peores enemigos que la revolución cubana puede enfrentar
son los propios revolucionarios". Una de las grandes
tragedias de la historia es que esa sombría profecía
se hizo realidad.
Los gobernantes de Cuba prometieron libertad
individual. En cambio, les negaron a sus ciudadanos derechos
básicos que el mundo da por sentado. En Cuba es ilegal
cambiar de trabajo, mudarse de casa, viajar al extranjero
y leer libros o revistas sin la aprobación explícita
del Estado. Es ilegal que más de tres cubanos se
reúnan sin permiso. Los programas de vigilancia vecinal
no están pendientes de delincuentes. Más bien,
vigilan a sus conciudadanos. manteniéndose al tanto
de las idas y venidas de sus vecinos, quiénes los
visitan y qué emisoras de radio escuchan. El sentido
de comunidad y la simple confianza entre seres humanos no
existe.
Los gobernantes de Cuba prometieron una
era de avance económico. En cambio, trajeron varias
generaciones de miseria económica. Muchos de los
autos en las calles son de antes de la revolución.
y algunos cubanos dependen de carrozas a caballo para transportarse.
La vivienda para el cubano promedio está en muy malas
condiciones, mientras que la clase gobernante vive en mansiones.
Las clínicas para el cubano promedio se ven crónicamente
afectadas por una escasez de medicamentos y equipos. Muchos
cubanos se ven forzados a recurrir al mercado negro para
alimentar a sus familias. Hay largas filas para necesidades
básicas. que evocan las colas de pan del siglo pasado
en la Unión Soviética. Al mismo tiempo, el
régimen ofrece tiendas bien surtidas a los turistas
extranjeros, diplomáticos y empresarios en la versión
comunista del apartheid.
Los gobernantes de Cuba prometieron libertad
de prensa. En cambio, clausuraron periódicos y estaciones
de radio y televisión privados. Encarcelaron y propinaron
palizas a periodistas, registraron sus hogares, confiscaron
su papel, tinta y máquinas de fax. Un periodista
cubano les pidió una cosa a periodistas extranjeros
que lo visitaron: una pluma. Otros usan betún como
tinta para la cinta de la máquina de escribir.
Los gobernantes de Cuba prometieron "respeto
absoluto por los derechos humanos". En cambio, ofrecieron
a los cubanos prisiones plagadas de ratas y un Estado policía.
Cientos de personas cumplen largas condenas de prisión
por ofensas políticas como el delito de "peligrosidad".
según lo define el régimen. Otros han sido
encarcelados por el delito de "sedición pacífica".
lo cual significa cualquier cosa que decidan las autoridades
cubanas.
Nos acompañan aquí familiares
de presos políticos en Cuba. Les he pedido que vengan
porque deseo que nuestros conciudadanos vean los rostros
de aquellos que sufren como resultado de los abusos de derechos
humanos en la isla. a sólo unas 90 millas de nuestra
costa. Uno de ellos es Olga Alonso. Su hermano, Ricardo
González Alonso [sic], ha sido hostigado por las
autoridades cubanas desde que tenía 11 años,
porque escribió cosas que a las autoridades cubanas
no les gustaron. En el 2003, Ricardo fue arrestado por sus
escritos y condenado a 20 años de prisión.
Las autoridades confiscaron contrabando ilegal que encontraron
en su casa. Éste incluía cosas como una computadora
portátil, libretas y una impresora. Olga, nos complace
que esté aquí. Gracias por asistir. (Aplausos.)
Marlenis González y su hija, Melissa,
están presentes. Llegaron recientemente de Cuba,
pero sin el padre de Melissa. Jorge Luis González
Tanquero se atrevió a defender los derechos humanos
de sus conciudadanos. Por ello, fue arrestado por delitos
contra el Estado. Ahora languidece, en mal estado de salud,
dentro de una prisión cubana. Bienvenidos. (Aplausos.)
Damaris García y su tía, Mirta
Pernet, nos acompañan hoy. Damaris describe al gobierno
cubano como "una máquina asesina". ésas
son sus palabras. Han visto el encarcelamiento de parientes
por apoyar la libertad. Un familiar muy querido, Omar Pernet
Hernández, era un pobre hombre que vendía
golosinas en las calles de La Habana. Por defender la libertad,
está cumpliendo una condena de 25 años. Tiene
62 años, está muy demacrado. Sin embargo,
sigue siendo un decidido defensor de los derechos humanos
a favor del pueblo cubano. Bienvenidos. (Aplausos.)
También está con nosotros
Yamile Llanes Labrada. El esposo de Yamile, Jorge [sic]
Luis García Paneque, era cirujano y periodista. Fue
condenado a 24 años de prisión por atreverse
a decir la verdad sobre el régimen. Yamile misma
fue acusada de espionaje y temía por la seguridad
de sus cuatro hijos. Tras el arresto de José, una
turba organizada por las autoridades del gobierno rodeó
su casa. La turba llevaba palos y amenazó con prenderle
fuego a la casa con la familia dentro. Este año,
Yamile y sus hijos lograron salir de la isla. No saben cuándo
volverán a ver a su padre. Bienvenidos, Yamile. (Aplausos.)
Quiero darle las gracias a cada uno de ustedes
[por] venir hoy. Les agradezco por permitirme compartir
sus historias y les agradezco por su valentía. Le
pido a Dios que vele por ustedes y sus seres queridos. Que
Dios los bendiga a ustedes y a sus familias. Y me uno a
sus oraciones para que llegue el día en que la luz
de la libertad brille sobre Cuba.
Éstos son apenas algunos de los ejemplos
del terrorismo y trauma que constituyen la Cuba actual.
El paraíso socialista es un gulag tropical. La búsqueda
de la justicia que alguna vez inspiró al pueblo cubano
ahora se ha convertido en un intento de aferrarse al poder.
Y como en todos los sistemas totalitarios, no hay duda de
que en el régimen de Cuba existen otros horrores
aún desconocidos para el resto del mundo. Una vez
que sean desvelados, causarán conmoción en
la conciencia de la humanidad. Y serán la vergüenza
de los defensores del régimen y todas las democracias
que se mantuvieron en silencio. (Aplausos.) Un ex prisionero
político cubano, Armando Valladares, lo expresó
de esta manera: Llegará el momento en que "la
humanidad sentirá la repulsión que sintió
cuando salieron a la luz los crímenes de Stalin".
Y ese día está por llegar.
En estos momentos, aumentan los llamados
a realizar cambios fundamentales en toda la isla. Se propagan
las demostraciones pacíficas. Este año los
principales disidentes cubanos se congregaron por primera
vez para emitir "Unidad por la Libertad", una
declaración a favor del cambio democrático.
Oyen los estertores agonizantes de un régimen fracasado.
Saben que incluso las pesadillas más crueles de la
historia no pueden durar para siempre. Un pueblo impaciente
que anhela reincorporarse al mundo por fin tiene esperanza.
Y en Cuba habrá una verdadera revolución.
una revolución de libertad, democracia y justicia.
(Aplausos.)
Éste es el momento de apoyar a los
movimientos democráticos que se están propagando
por la isla. Éste es el momento de respaldar al pueblo
cubano que se pone de pie por su libertad. Éste es
el momento de que el mundo ponga de lado sus diferencias
y se prepare para la transición de Cuba a un futuro
de libertad y progreso y oportunidades. Los disidentes de
hoy serán los líderes [cubanos] del mañana.
y, finalmente, cuando llegue la libertad, sin duda recordarán
quiénes estuvieron de su lado. (Aplausos.)
La República Checa y Hungría
y Polonia han sido fuentes vitales de apoyo y aliento para
la valiente oposición de Cuba. Les pido a otros países
que hagan lo mismo. Todos los países pueden hacer
esfuerzos tangibles para manifestarles públicamente
su apoyo a quienes están en la isla y aman la libertad.
Pueden abrir sus embajadas en La Habana a los líderes
a favor de la democracia e invitarlos a diversos eventos.
Pueden usar la antecámara de sus embajadas para darles
a los cubanos acceso al Internet y libros y revistas. Pueden
animar a las organizaciones no gubernamentales de sus países
para que establezcan lazos de comunicación directos
con la sociedad civil independiente de Cuba.
Aquí en nuestro país también
podemos hacer más. El Congreso de Estados Unidos
recientemente votó a favor de fondos adicionales
para apoyar los esfuerzos democráticos en Cuba. Les
agradezco a todos por su buena labor con respecto a esta
medida. y los insto a que remitan el proyecto de ley a mi
despacho lo antes posible. (Aplausos.) También insto
a nuestro Congreso a que muestre nuestro apoyo y solidaridad
a favor de cambios fundamentales en Cuba manteniendo nuestro
embargo contra la dictadura hasta que haya un cambio. (Aplausos.)
El régimen de Cuba usa el embargo
de Estados Unidos como chivo expiatorio para las miserias
de Cuba. Sin embargo, desde hace mucho tiempo, presidentes
miembros de nuestros dos partidos políticos entienden
que la fuente del sufrimiento de Cuba no es el embargo,
sino el sistema comunista. Saben que el comercio con el
gobierno cubano no ayuda al pueblo cubano si no se dan cambios
importantes en el sistema político y económico
de Cuba. Más bien, el comercio con Cuba simplemente
enriquece a las élites en el poder y afianza su control.
Mientras el régimen mantenga el monopolio de la vida
política y económica del pueblo cubano, Estados
Unidos mantendrá en vigor el embargo. (Aplausos.)
Estados Unidos sabe cuánto está
sufriendo el pueblo cubano. y no nos hemos quedado de manos
cruzadas. En el transcurso de los años, hemos otorgado
asilo a los cientos de miles que han huido de la represión
y miseria impuesta por el régimen. Hemos alentado
a los países para que sean abanderados de la causa
de la libertad en Cuba. Y continuaremos haciéndolo.
Hemos autorizado a ciudadanos y organizaciones privadas
para que proporcionen alimentos y medicamentos y otra ayuda.
por un monto de más de $270 millones tan sólo
el año pasado. El pueblo estadounidense, el pueblo
de este generoso país, es la principal fuente mundial
de ayuda humanitaria para el pueblo cubano. (Aplausos.)
La ayuda que proporcionamos va directamente
a manos del pueblo cubano, en vez de los cofres de los líderes
cubanos. Y ése es el propósito de nuestra
política: acabar con el control absoluto que tiene
el régimen de los recursos materiales que el pueblo
cubano necesita para vivir y para prosperar y para tener
esperanza.
En estos momentos, para fomentar este esfuerzo,
Estados Unidos está listo para tomar nuevas medidas
para ayudar al pueblo cubano directamente. pero sólo
si el régimen cubano, la clase gobernante, no pone
obstáculos.
Por ejemplo -he aquí una idea para
ayudar al pueblo cubano- el gobierno de Estados Unidos está
listo para permitir que organizaciones no gubernamentales
y grupos religiosos proporcionen computadoras y acceso al
Internet al pueblo cubano. si los gobernantes de Cuba acaban
con las restricciones para el acceso al Internet que les
imponen a todos.
O Estados Unidos está listo para
invitar a jóvenes cubanos de familias oprimidas a
participar en programas de becas de la Alianza a favor de
la Juventud Latinoamericana (Partnership for Latin American
Youth), para ayudarlos a tener acceso equitativo a mayores
oportunidades educativas. si los gobernantes cubanos permiten
que participen libremente.
Le hacemos estos ofrecimientos al pueblo
cubano. y esperamos que sus gobernantes permitan que los
acepten. ¿Saben? Hemos hecho ofertas similares antes.
pero fueron rechazadas sin más por el régimen.
Es una triste lección y debe ser una lección
clara para todos: Para la clase gobernante de Cuba, aferrarse
al poder es más importante que el bienestar de su
pueblo.
La vida no mejorará para los cubanos
bajo el actual sistema de gobierno. No mejorará si
hay un cambio de un dictador por otro. No mejorará
si buscamos acomodarnos a una nueva tiranía en nombre
de la "estabilidad". (Aplausos.) Estados Unidos
no participará en darle oxígeno a un régimen
criminal cuya víctima es su propio pueblo. No respaldaremos
el antiguo sistema con nuevas caras, el antiguo sistema
sujetado por nuevas cadenas. La palabra clave para nuestras
relaciones futuras con Cuba no es "estabilidad".
La palabra clave es "libertad". (Aplausos.)
Siguiendo esa línea, hoy también
estoy anunciando un nuevo programa para establecer un fondo
internacional multimillonario, el Fondo de Libertad para
Cuba. Este fondo ayudará al pueblo cubano a reconstruir
su economía y hacer la transición a la democracia.
Les he pedido a dos miembros de mi gabinete que encabecen
el esfuerzo: la secretaria Rice y el secretario Gutiérrez.
Van a solicitar que gobiernos de diferentes países
y organizaciones internacionales contribuyan a esta iniciativa.
Y el fondo funcionará de la siguiente
manera: El gobierno cubano debe demostrar que ha adoptado,
de palabra y acción, las libertades fundamentales.
Éstas incluyen la libertad de expresión, la
libertad de asociación, la libertad de prensa, la
libertad de formar partidos políticos y la libertad
de cambiar el gobierno mediante elecciones multipartidarias
periódicas. Y una vez que estas libertades estén
en vigor, el fondo podrá darles a los cubanos, especialmente
a los empresarios cubanos, acceso a subvenciones y préstamos
y condonación de deuda para ayudarlos a reconstruir
su país. (Aplausos.)
La restauración de estas libertades
básicas es la base de elecciones libres y competitivas.
Sin esa protección fundamental en vigor, las elecciones
son sólo ejercicios cínicos que les dan a
las dictaduras la legitimidad que no merecen.
Sabremos que hay una nueva Cuba cuando los
partidos de oposición tengan la libertad para organizarse,
reunirse y hablar con igual acceso a las comunicaciones.
Sabremos que hay una nueva Cuba cuando una prensa libre
e independiente sea capaz de operar sin censura. Sabremos
que hay una nueva Cuba cuando el gobierno deje de suprimir
la actividad económica privada.
Y por encima de todo, sabremos que hay una
nueva Cuba cuando las autoridades vayan a las cárceles,
entren en las celdas donde hay personas encarceladas por
sus convicciones, y las pongan en libertad. (Aplausos.)
Será un momento en que las familias aquí presentes
se puedan reunir con sus seres queridos, y cuando los nombres
de los liberados incluyan. cuando disidentes como Oscar
Elías Biscet, Normando Hernández Gonzales
y Omar Rodríguez Saludes sean puestos en libertad.
(Aplausos.) Será un momento en que los cubanos de
conciencia serán liberados de sus grilletes; no como
un gesto o estratagema, sino porque el gobierno ya no quiere
encarcelar a las personas por sus ideas, por lo que dicen
o por lo que creen.
La transición de Cuba de una sociedad
en ruinas a un país libre quizá sea larga
y difícil. Las cosas no siempre salen como se espera.
Habrá ajustes difíciles que hacer. Una de
las maldiciones del totalitarismo es que afecta a todos.
Gente buena compromete sus convicciones morales para alimentar
a su familia, evitar la curiosidad de los vecinos y salvarse
de una visita de la policía secreta. Si Cuba ha de
entrar a una nueva era, debe encontrar la manera de reconciliarse
y perdonar a quienes han sido parte del sistema pero no
se mancharon las manos de sangre. Ellos también son
víctimas.
En este momento, mis palabras están
siendo transmitidas a Cuba en vivo por los medios en el
mundo libre, entre ellos Radio y TV Martí. A ustedes
los cubanos que me escuchan, corriendo quizá graves
riesgos, quisiera hablarles directamente.
Algunos de ustedes son miembros del ejército
cubano o la policía o funcionarios del gobierno.
Tal vez en algún momento creyeron en la revolución.
Ahora pueden ver su fracaso. Cuando los cubanos se levanten
para exigir su libertad, ellos. para exigir la libertad
que merecen, ustedes deben tomar una decisión. ¿Defenderán
un orden desacreditado y moribundo usando la fuerza contra
su propia gente? ¿O aceptarán con los brazos
abiertos el cambio que desea su pueblo? Hay lugar para ustedes
en una Cuba libre. Pueden compartir la esperanza que encuentran
en la canción que se ha convertido en el grito que
une a los cubanos dentro y fuera de la isla que aman la
libertad: "Nuestro día ya viene llegando".
(Aplausos.)
A los ciudadanos cubanos que me escuchan:
Tienen el poder de forjar su propio destino. Pueden hacer
realidad un futuro donde sus líderes respondan ante
ustedes, donde ustedes puedan expresar libremente sus convicciones
y donde sus hijos puedan crecer en paz. Hubo un tiempo en
que muchos expertos dijeron que ese día nunca llegaría
a Europa Oriental o España o Chile. Pero esos expertos
estaban equivocados. Cuando el Santo Padre fue a Cuba y
ofreció las bendiciones divinas, les recordó
que ustedes tienen el futuro de su país en sus manos.
Y pueden repetir estos versos en su corazón: Su día
viene llegando. (Aplausos.)
A los colegiales en Cuba: Tienen mucho en
común con la gente joven de Estados Unidos. Ustedes
también sueñan con un futuro lleno de esperanza,
ustedes también tienen el optimismo para hacer realidad
esos sueños. No creen en las mentiras trilladas que
les cuentan de Estados Unidos. No queremos nada de ustedes;
sólo darles la esperanza y la alegría de la
libertad. No tengan miedo del futuro. Su día viene
llegando. (Aplausos.)
Hasta que ese día llegue, ustedes
y su sufrimiento siempre estarán en nuestro corazón,
los recordaremos en nuestras oraciones. Y hasta que no podamos
estar lado al lado como hombres y mujeres libres, los dejo
con una esperanza, un sueño y una misión:
Viva Cuba libre. (Aplausos.)
END 1:48 P.M. EDT
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