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Día de la Libertad Religiosa celebra tradición estadounidense

Cooperación interreligiosa es la norma en Estados Unidos
Por Michael Jay Friedman, America.gov  
Publicado: 16 de enero de 2009 > Proclama del presidente Bush del Día de la Libertad Religiosa  
(© AP Images)
Durante la ceremonia de juramento de William J. Bratton como jefe de policía de la ciudad de Los Ángeles, el 13 de diciembre de 2002, hubo cánticos de monjes budistas, cantos de un coro presbiteriano y un rabino leyó de la Sagrada Escritura.
Washington -- En el año 2002, William J. Bratton prestó juramento como jefe de policía de la ciudad de Los Ángeles. La ceremonia se caracterizó por la bendición interreligiosa otorgada por un grupo diverso de dirigentes religiosos (véase foto). Hubo cánticos de monjes budistas, cantos de un coro presbiteriano y un rabino leyó de la Sagrada Escritura. El imán Ashraf Carrim le dijo a Bratton: "Sed justos y manteneos conscientes de Dios". Esa diversidad, común en la vida norteamericana, refleja las primeras palabras de la Declaración de Derechos de la Constitución de Estados Unidos: "El Congreso no hará ley alguna por la que adopte una religión oficial del Estado o se prohíba practicarla libremente...".

Los estadounidenses son un pueblo religioso. Una gran mayoría reza todos los días y casi la mitad asiste a liturgias religiosas al menos una vez por semana. Sin embargo, conforme a los principios establecidos incluso antes de que Estados Unidos se ganara la independencia, la población generalmente considera la fe religiosa una libertad reservada para el individuo, independientemente de sus creencias particulares, y protegida contra la intromisión del gobierno.

CRÓNICA DE LA LIBERTAD RELIGIOSA EN EE.UU.

Muchos de los primeros inmigrantes que arribaron a las colonias inglesas de América del Norte eran disidentes de las religiones oficiales de sus países de origen. Por consiguiente, algunas de las colonias consagraron la libertad de culto en sus leyes desde el momento mismo de su fundación, mientras que en otras los intentos por establecer religiones oficiales fueron aplastados por la enorme diversidad de los recién llegados. A partir de los primeros colonizadores, los estadounidenses contaron la libertad religiosa entre sus libertades personales más preciadas, junto con el derecho al autogobierno y a la oportunidad económica.

Cuando estalló la Revolución Norteamericana, trece estados adoptaron constituciones que determinaban de modo preciso los límites del poder del gobierno. La constitución de Virginia, que sirvió de modelo para varias otras constituciones, estipulaba que "todos los hombres tienen el mismo derecho al libre ejercicio de la religión, según los dictados de sus conciencias". Tres años más tarde, Virginia amplió esa protección al establecer la separación entre Iglesia y Estado. No sólo tenían derecho los virginianos a la libertad de culto, sino que su decisión no podía ser utilizada para limitar sus derechos civiles. El Estatuto virginiano sobre la Libertad Religiosa, de 1779, redactado por Thomas Jefferson, garantizó que "todos los hombres tienen la libertad de profesar y, por consiguiente, conservar sus opiniones en materia de religión, y ello no disminuirá, aumentará o afectará en forma alguna sus capacidades civiles".

En 1791, cuando se modificó la Constitución de Estados Unidos con el fin de limitar de modo más explícito el poder federal, la Primera Enmienda prohibió al gobierno federal establecer una religión o adoptar ley alguna que limitara la libertad religiosa: "El Congreso no hará ley alguna por la que adopte una religión oficial del Estado o se prohíba practicarla libremente".

De tiempo en tiempo surgen polémicas judiciales que exigen a los tribunales interpretar esa garantía. Algunas veces se trata de si una actividad federal "establece" (incluso indirectamente) una confesión o religión determinadas. El Tribunal Supremo de Estados Unidos se ha pronunciado en torno a si la política de las escuelas públicas de permitir que los estudiantes pronuncien una oración de bendición en los partidos de fútbol americano infringe la Primera Enmienda (la infringe), y si una escuela pública puede prohibir sólo a las asociaciones estudiantiles religiosas reunirse en el recinto escolar (no puede).

Los conflictos que se originan a partir del "libre ejercicio" de la religión corresponden generalmente a conductas que violan una ley pero que las exige una confesión determinada. Por ejemplo, el Tribunal Supremo de Estados Unidos ha permitido que los menonitas amish actúen conforme a sus creencias religiosas al retirar a sus hijos de la escuela después del octavo grado (aproximadamente a los catorce años de edad), aun cuando una ley estatal exige la asistencia escolar hasta los dieciséis años de edad. Por el otro lado, el tribunal ha ratificado leyes que penalizan el consumo de ciertas drogas aún cuando algunas religiones exigen su consumo. Los magistrados generalmente sopesan el "interés" del gobierno por exigir o prohibir ciertas conductas con la "carga" que suponen esas restricciones para el libre ejercicio de la religión.

ESTADOS UNIDOS: UN PAÍS DE DIVERSIDAD RELIGIOSA

La tradición norteamericana de libertad y tolerancia individuales, ha dado cabida a una gran variedad de prácticas y creencias religiosas. Si bien aproximadamente cuatro de cada cinco estadounidenses se considera cristiano, esa mayoría comprende muchas confesiones, entre las que figuran el catolicismo, bautismo, luteranismo y el metodismo — algunas de las cuales se han subdividido aún cuando movimientos como el fundamentalismo y el evangelismo trascienden las diferencias confesionales. Otras religiones, entre ellas el judaísmo, islamismo, hinduismo y budismo prosperan en Estados Unidos. Aproximadamente ocho por ciento de estadounidenses declaran no tener religión, o se consideran laicos o ateos.

En vista del entorno de libertad religiosa, no es de sorprender que hayan surgido en Estados Unidos diversas confesiones religiosas. Durante la Guerra Revolucionaria, los anglicanos norteamericanos se separaron de la Iglesia de Inglaterra y establecieron la Iglesia Episcopal. El mormonismo, los adventistas del Séptimo Día y la Iglesia de Cristo Científico, son todos descendientes del cristianismo estadounidense del siglo XIX.

El grupo Nation of Islam de negros musulmanes data de los años treinta y tanto el judaísmo conservador (Masorti) como el judaísmo reformado surgieron en Estados Unidos a partir de raíces europeas, mientras que el judaísmo reconstruccionista fue fundado aquí.

Las relaciones entre las religiones y confesiones son a menudo estrechas y colaboradoras. El Día de Navidad de 2005, cientos de voluntarios judíos, musulmanes, hindúes y bahai sustituyeron a trabajadores cristianos de los hospitales de Washington y otras organizaciones sin fines de lucro, para que los empleados cristianos pudieran pasar el festivo en compañía de sus familias.

Una semana más tarde, en un centro budista de la ciudad de Kansas, en Misuri, se celebró una ceremonia interreligiosa en la que hubo cánticos y oraciones tibetanas, meditación sufi y un llamado musulmán a la oración. El orador principal fue un pastor protestante, y dos monjas católicas recibieron el Premio Bodhisattva, que distingue a personas ilustradas que trabajan en beneficio de otras.

Al norte del estado de Nueva Jersey, un grupo de muchachas musulmanas y judías se reúne para trabajar en proyectos de caridad, y ayudar al personal de un refugio para personas sin hogar (véase foto). "He hecho nuevas amistades", dijo una participante de catorce años, "pude conocer a otras personas y hacer algún bien para la sociedad".

En enero, los centros de alimentos del estado de Nueva York y Washington registraron un aumento considerable en las cantidades de carnes donadas para la distribución, y atribuyeron la generosidad a musulmanes estadounidenses que deseaban ayudar a los menos afortunados durante Eid al-Adha. Unas pocas semanas antes, la comunidad Sikh de Nueva York celebró una festividad interreligiosa de Acción de Gracias. Los invitados no tuvieron que viajar lejos: el centro Sikh, en Flushing, Nueva York, se encuentra enfrente de una sinagoga, y a corta distancia de una iglesia protestante china. Asistieron también a la festividad representantes de las comunidades hindúes, musulmanas y budistas locales.

Algunas congregaciones norteamericanas hasta han decidido compartir o construir conjuntamente sus casas de culto. En Ann Arbor, Michigan, el centro Génesis de Ann Arbor alberga al templo judío reformado Beth Emeth y también a la iglesia episcopal Saint Clare of Assisi. En Bethesda, Maryland, la iglesia presbiteriana Bradley Hills y la congregación judía de Bethesda tienen un arreglo similar.

En un país en el que la libertad personal abarca la libertad de rendir culto como uno prefiera, las diferencias confesionales se tornan insignificantes frente a los valores comunes. El 16 de enero, Día de la Libertad Religiosa en Estados Unidos, se conmemoran los valores que los estadounidenses de fe tienen en común y las distinciones que los enriquecen a todos.

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