Preparas cuidadosamente la tierra. Siembras una semilla en esa tierra bien preparada. Cuidas con esmero la semilla que sembraste en esa tierra muy bien preparada. Finalmente, ves que realmente tienes un "retoño verde" cuando la semilla empieza a brotar de la tierra que preparaste con tanto cuidado.

Te convences de que tu planta crecerá mucho mejor si le hablas con dulzura. Lo haces e incluso le haces escuchar música clásica mientras está creciendo. ¡Ah, tienes éxito!

Luego, la planta experimenta un cambio poco usual. El tallo empieza a curvarse hacia la tierra y las raíces. Sabes que esto no está bien. Las plantas siempre crecen hacia arriba - no necesariamente rectas, pero, no obstante, hacia arriba.

Preguntas a tu familia, amigos, hasta a tu maestro o maestra; y todos coinciden; tienes una planta muy singular. Todos están de acuerdo en que las plantas, normalmente, no crecen hacia abajo; siempre deben crecer hacia arriba, hacia una fuente de luz; hacia el lado opuesto a la fuerza de gravedad. Te preguntas si la gravedad ha empezado a halar toda la planta hacia abajo.

Recurres a Internet y buscas información sobre el inusual crecimiento de tu planta. La página Web que visitas te recuerda lo importantes que son las plantas para nuestras vidas. Ellas nos proporcionan alimento y el oxígeno que necesitamos, purifican nuestras aguas y hasta ayudan a eliminar y reciclar el dióxido de carbono que exhalamos durante la respiración.

Pronto visitas un sitio Web de la NASA que habla sobre cómo las plantas crecen en el espacio. Ya sabes que el espacio puede ser muy oscuro y frío. Te enteras de que la falta de dióxido de carbono también puede afectar la planta. Se han realizado experimentos en el trasbordador espacial y la Estación Espacial Internacional (ISS) con crecimientos de plantas. Al parecer, finalmente encontraste un recurso que te puede ayudar a entender por qué las plantas crecen hacia abajo.

Uno de tus descubrimientos es que las plantas en realidad han sido objeto de experimentos en el espacio desde 1960. Los primeros materiales vegetales estuvieron en órbita a bordo del satélite URSS Sputnik 4. Millones de semillas de tomate se colocaron en el espacio a bordo de un objeto que orbitaba la Tierra identificado como Instalación de Exposición de Larga Duración (sus siglas en inglés son LDEF (Long Duration Exposure Facility). Las semillas fueron expuestas al vacío y la radiación en el espacio por 5,5 años y luego se regresaron a la Tierra. Se cultivaron aquí y se sometieron a pruebas para buscar patrones de crecimiento inusuales. Se consideró que la mayoría de los tomates que se obtuvieron de estas semillas tenía sabor y patrones de crecimiento "normales". Los experimentos con plantas empezaron en serio durante los años 90, a bordo del trasbordador espacial con la exposición a la microgravedad. En los últimos años se han realizado experimentos de cultivo de plantas a bordo de la Estación Espacial Internacional.

El próximo sitio Web que visitarás explica por qué estudiamos las plantas en el espacio. Los científicos han determinado que la gravedad en realidad contribuye a que una planta crezca hacia arriba (alejándose de la gravedad). Experimentos en el espacio demuestran que muchas veces una planta crece en la dirección de la fuente de sus raíces después de brotar del suelo. ¡Se parece a lo que pasó con tu planta! Los astronautas también han seguido investigando el crecimiento de plantas en el espacio con unidades hidroponícas, las cuales usan agua sin tierra para "alimentar" con nutrientes a las plantas.