Si crees que las plantas no pueden adivinar que
tu las estás tocando, vuelve a pensarlo. En realidad, un golpecito o un
apretón suave puede disparar una llamada de emergencia a todas las
células de la planta, poniendola en guardia.
Ese
apretón en las hojas le puede dar a la planta la sensación de
que está en las mandíbulas de un insecto, dice Frank J.
Turano, un biólogo molecular.
Un grupo de
estudiantes del Eleanor Roosevelt High School en Greenbelt, Maryland,
ayudó a Turano a mostrar que hasta una palmadita suave puede mandar a
subir los niveles de tensiones en la planta como un cohete.
A una planta, esos golpecitos
pueden parecer como los pasos ligeros de un insecto buscando su almuerzo.
Turano da crédito a los estudiantes por su ayuda en aprender
como las plantas hacen sus llamadas de emergencia.
La comunicación -- y hasta
el canto -- a las plantas para ver como responden es un proyecto típico
en ferias de ciencia, según Turano. Pero los resultados no han sido
siempre lo mismo.
Los estudios de Turano sugieren que
hay razón para esos resultados diferentes: quizás los estudiantes
simplemente no usan la forma correcta de comunicación. Quizás el
truco es cesar de hablar y simplemente tocar la planta.
Entonces, permite que la planta
responda.
Eso es lo que pasó cuando Turano invitó a
los estudiantes de Greenbelt a tocar las plantas en intervalos de 1, 2, 5 y 15
minutos. El sujeto de este experimento fue un tipo de planta de mostaza salvaje
llamada Arabidopsis thaliana (Uh-rab-ih-DOP-sis thal-ee-ANN-uh). A
propósito, la foto a la izquierda es de una planta criada en un tubo de
ensayo, no de la planta usada en los experimentos de Turano.
Turano
encontró que el contacto hecho por los estudiantes resultó en
niveles altos de dos sustancias llamadas aminoácidos. Su presencia
indica que la planta tiene demasiada tensión.
Lo que ocurre puede ser algo como
esto: El toque suelta los aminoácidos. A su vez, los aminoácidos
causan una reacción de cadena que abre un área, como una puerta,
en las paredes de las células. Estas áreas se llaman receptores.
Por la apertura de un receptor pasa una corriente de
ions, moléculas cargadas con electricidad. Ellos se
hacen parte de la llamada de emergencia que alerta otras células, desde
el pico de la planta a sus raíces. Probablemente es una llamada de larga
distancia, pero una que la Madre Naturaleza hace gratis (después de
todo, ¡la planta ya tiene demasiada tensión!).
Turano dice que es posible que la
llamada de larga distancia de la planta puede enviar mensajes similares a los
de nuestro sistema nervioso.
Se necesita más investigaciones para probar que esto es,
en realidad, lo que pasa a las plantas. Por ahora, es solamente una
hipótesis, según Turano. En
vez de ser eléctrico, los señales de la planta podrían ser
químico.
¿Pues, por qué preocuparse sobre señales de
emergencia mandadas por las plantas?
En el Laboratorio de
Tensión de Clima en Beltsville, el trabajo de Turano fue de aprender
como las plantas manejano no manejanla tensión.
Esto puede ser el resultado de demasiado calor o frío, de condiciones
seca o de inundación, o de insectos que mastican, dice Turano.
(Él ahora es un profesor en la Universidad George Washington en
Washington, D.C.) .
Eventualmente, los resultados
podrían ayudar a criadores de plantas a encontrar maneras de cultivar
plantas de cosecha que no se fatigan tanto.
Para
el granjero, eso podría resultar en más cosechas para vender en
forma de comida, fibra, o alimento del ganadoy menos pérdidas.
La investigación sobre la
tensión también podría resultar en árboles que se
adaptan mejor a su ambiente, y flores, plantas ornamentales y arbustos
más bellos.
Se espera que, los golpecitos no las
molestarán tantoo quizás son las canciones que las vuelven
locas.
Por
Don Comis, Oficina de
Información, el Servicio de Investigación Agrícola
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